El Libro de los Espíritus para verlo pincha aqui
El Libro de los Espíritus (Le Livre des Esprits) es una de las obras más célebres del espiritismo. A pesar de ser un estudio serio y concienzudo sobre lasmanifestaciones de los muertos, El Libro de los Espíritus termina siendo atractivo por ser una obra de ficción, sin que sus autores estuviesen al tanto de este detalle.
El libro fue publicado en 1857 por el francés Allan Kardec, cuyo nombre real, mucho más fantástico que el ficcional, era Hippolyte Léon Denizard Rivail. La obrasurgió en un momento de riguroso espíritu científico, valga la redundancia; de modo que la intención del compilador es darle al espiritismo un estudio profundo y acabado sobre sus características. Ciertamente los hombres de ciencia tomaron la experiencia de Allan Kardec con reservas, ya que El Libro de los Espíritus fue escrito por los mismos espíritus que intentaba explicar.
El libro está estructurado como un gran compendio de preguntas y respuestas. Las preguntas pertenecen a Kardec y su grupo, y las respuestas a un grupo de espíritus que el francés denomina como Los espíritus de la verdad. Hay que decir que Allan Kardec nunca se proclamó como el creador de la obra, sino apenas su compilador. Los textos, como se ha dicho, pertenecen a la autoría de los espíritus. De este modo, Allan Kardec dividió los temas de El Libro de los Espíritus en distintas categorías; como la reencarnación, elkarma, el monoteísmo, etc.
Una lectura más o menos despojada de fanatismos, nos deja la sensación de una estafa sin culpa. Es decir, de estar en presencia de un fraude sin que exista un estafador consciente. Kardec creía en sus espíritus, incluso cuando estos no demostraban ser más lúcidos que cualquier vivo. De hecho, algunos de sus narradores de ultratumba parecen haber perdido sus facultades creativas; como por ejemplo Tomás de Aquino, cuyo espíritu verborrágico termina cayendo en todos los lugares comunes imaginables.
Quizás la curiosidad más notable de El Libro de los Espíritus es la presencia del espectro de Voltaire; quien al parecer alcanzó una fe sobria y moderada en la otra vida, olvidando los talentos que aquí lo hicieron inolvidable.