Dos formas (extrañas) de hacerse vampiro.
Hay muchas formas de convertirse en vampiro. De hecho, quizás demasiadas. Si nos guiamos por lasleyendas populares existen tantas formas de transformarse en vampiro que lo realmente asombroso sería encontrarse con alguien que no fuese un vampiro.
Dentro de las conversiones vampíricas más extrañas está el caso de una mujer húngara del siglo XIII. Su marido, quizás por despecho, la denunció ante las autoridades seculares y eclesiásticas afirmando que había concebido durante el Viernes Santo, fecha escandalosa para el amor, aunque sea lícito, es decir, dentro del marco del matrimonio, y luego de haber destetado al bebé prematuramente.
Estos delitos más bien austeros tenían como propósito denunciar no solo a la mujer, sino la posiblilidad de que un vampiro asediase la aldea, ya que ambas cosas se incluyen en una larga lista de causas por las que alguien puede convertirse en vampiro.
Otro caso extraño de conversión involucra a una mujer de Rumania, que, según una crónica del siglo XII, no había consumido suficiente sal durante su embarazo, gestando de este modo un potencial vampiro. Recordemos que la sal es un arma eficaz contra el demonio, y, en consecuencia, contra cualquier ejemplo del mal encarnado, como lo son los vampiros.
Concepciones cronológicamente inoportunas, destetes prematuros, ausencia de sal en la dieta gestacional... las formas de hacerse vampiro son, como decíamos, demasiadas.
Dentro de las conversiones vampíricas más extrañas está el caso de una mujer húngara del siglo XIII. Su marido, quizás por despecho, la denunció ante las autoridades seculares y eclesiásticas afirmando que había concebido durante el Viernes Santo, fecha escandalosa para el amor, aunque sea lícito, es decir, dentro del marco del matrimonio, y luego de haber destetado al bebé prematuramente.
Estos delitos más bien austeros tenían como propósito denunciar no solo a la mujer, sino la posiblilidad de que un vampiro asediase la aldea, ya que ambas cosas se incluyen en una larga lista de causas por las que alguien puede convertirse en vampiro.
Otro caso extraño de conversión involucra a una mujer de Rumania, que, según una crónica del siglo XII, no había consumido suficiente sal durante su embarazo, gestando de este modo un potencial vampiro. Recordemos que la sal es un arma eficaz contra el demonio, y, en consecuencia, contra cualquier ejemplo del mal encarnado, como lo son los vampiros.
Concepciones cronológicamente inoportunas, destetes prematuros, ausencia de sal en la dieta gestacional... las formas de hacerse vampiro son, como decíamos, demasiadas.